Ya que la tradición en Web es presentar listas de "preguntas más frecuentes", no hemos querido apartarnos de esa norma, aunque cuando se trata del esperanto las cosas cambian. En efecto, las dos preguntas más frecuentes respecto del esperanto carecen de respuesta.
La primera es: Cuánta gente habla esperanto? Imposible de responder. Nadie se encarga de levantar censos, no hay ningún organismo central ante el cual todo aquel que aprenda esperanto deba registrarse. Aun más: la facilidad de aprendizaje del esperanto es ideal para los autodidactas, por lo que es aun más difícil controlar el número de hablantes. Pero en términos generales podemos decir que existen unas mil personas para las cuales el esperanto es su idioma materno; unas cien mil personas que lo usan regularmente y que quizá haya entre tres y cuatro millones de personas que lo hayan estudiado con diverso grado de profundidad.
Y la segunda es la siguiente: De qué me sirve aprender esperanto? Igualmente imposible de responder. Cada quien aprende la lengua internacional según sus propias motivaciones y con sus muy particulares objetivos. Aprender esperanto no obliga a ninguna práctica determinada, a ninguna postura filosófica, política ni religiosa. Tampoco es ninguna garantía de obtener empleo o hacer negocios. Se aprende esperanto con el mismo objetivo que cualquiera otra lengua: para comunicarse con aquellos que la hablan y disfrutar su literatura, para hacer turismo o negocios, para establecer amigos por correspondencia o para encontrar pareja. Aunque, a diferencia de las lenguas nacionales, se aprende esperanto también para integrarse a una comunidad internacional.
En vista de lo anterior, nos complace presentar nuestra lista de
¿Existe literatura en esperanto?
Sí, sí existe toda clase de literatura en esperanto: novelas, cuentos, poesía, textos científicos, sociales... en fin, la literatura en esperanto es tan abundante que por sí misma justifica el aprendizaje de esta lengua.
Una de las principales características de la literatura esperantista es que, al margen de la producción original, se nutre asimismo de numerosas traducciones, que enriquecen el valor cultural de la lengua y amplían los horizontes de sus hablantes.
En efecto, uno de los aspectos más interesantes de la literatura esperantista es su carácter de puente entre las culturas: sus hablantes tienen acceso a obras de los más diversos orígenes culturales. A diferencia de quien aprende la lengua nacional de un país y queda limitado a un solo ámbito lingüístico, el hablante de esperanto tiene a su disposición un verdadero catálogo de lo más valioso de todas las culturas.
¿Por qué dicen que es fácil su aprendizaje?
El esperanto es fácil de aprender -varias veces más fácil que cualquier lengua nacional- por dos razones fundamentales: la regularidad de su gramática y la internacionalidad de su vocabulario.
Regularidad de la gramática. La gramática del esperanto es totalmente regular, sin ninguna excepción, por lo que, por ejemplo, aprender a conjugar un verbo significa aprender a conjugarlos todos. ¿Por qué habría de haber excepciones? Asimismo, identificar la función que desempeñan las palabras dentro de la oración es sumamente fácil, pues la terminación de las mismas nos la indica. Diga si no:
O = terminación de sustantivos
A = terminación de adjetivos
I = terminación de verbos en infinitivo
Y repito: estas reglas valen para todos los casos, sin excepciones. Lo mismo se aplica para la pronunciación de las letras: cada letra se pronuncia siempre del mismo modo, sin importar junto a qué otra letra se encuentre. Esto ocurre, por ejemplo, en español con la letra C, cuya pronunciación varía según la vocal que le siga: cacerola debería pronunciarse kakerola o saserola, de tener las letras en español una pronunciación regular. Y eso por no hablar de las palabras en inglés, que muchas veces es imposible saber cómo se pronuncian sólo con verlas escritas.
Internacionalidad del vocabulario. El vocabulario del esperanto está tomado de entre las lenguas más difundidas. Más o menos podemos decir que tiene un 60 por ciento de raíces greco-latinas, un 30 por ciento de raíces anglo-germanas y un 10 por ciento de raíces eslavas. Además, hay muchas palabras que prácticamente son iguales en muchos idiomas, como teléfono, telégrafo, radio, teatro y que entran tal cual en el léxico del esperanto. Esto significa que una persona puede reconocer, aun sin haber estudiado la lengua, muchas de sus palabras.
Si multiplicamos el número de palabras "reconocibles" por la regularidad de la gramática, y le restamos las excepciones, tenemos un idioma realmente fácil de aprender
Qué tiene que ver el esperanto con los derechos humanos?
Aunque parezca paradójico, la aceptación del esperanto como idioma internacional representaría un importante avance en la protección de las culturas minoritarias. Lejos de implicar la desaparición de las lenguas nacionales, el movimiento esperantista se propone la defensa y conservación de todos los idiomas, amenazados en la actualidad por la imposición de las lenguas de las grandes potencias.
La gran ventaja del esperanto como lengua internacional es que no representa los intereses de ninguna potencia, ni impone su cultura a las demás.
Y si esto puede resultar molesto para los hablantes de las grandes lenguas, en especial del inglés, cuya expansión se debe a la hegemonía de un solo país, para los miembros de lenguas y naciones pequeñas es la mejor garantía de que su cultura no se verá arrasada por otra.
De este modo se preserva el derecho indiscutible de hablar y recibir servicios en la propia lengua; el derecho de compartir los productos culturales de todas las naciones del mundo; el derecho a transmitir con orgullo nuestra lengua a los hijos, que no se verán obligados a aprender el idioma de los dominadores para tener perspectivas de progreso. Ese es un derecho humano inalienable y el esperanto, una lengua que permite una comunicación democrática entre los pueblos, es su mejor salvaguarda.
¿Es cierto que con el esperanto uno puede viajar gratis?
Lo siento, la respuesta es no. Hasta ahora ninguna línea aérea, marítima, ferroviaria o de autobuses está dispuesta a regalar sus boletos a los esperantistas.
Lo que sí es posible es recibir alojamiento gratuito, dentro del programa Pasporto, en el que participan esperantistas de todo el mundo. Los miembros del programa pueden alojarse en la casa de los esperantistas de otros países, durante el tiempo y bajo las condiciones que ellos mismos determinan.
Además de la evidente ventaja económica que esto representa, hay otro beneficio, difícil de medir: el contacto personal y humano que se establece entre el visitante y su anfitrión. A diferencia del alojamiento impersonal y frío de los hoteles, el del programa Pasporto se realiza entre personas y el viajero tiene oportunidad de conocer de primera mano la verdadera vida en otros países.
¿Dónde puedo aprender esperanto?
En cualquier parte. Si usted tiene naturaleza autodidacta, lo puede aprender en su casa (claro, para practicarlo le conviene ponerse en contacto con otros esperantistas, y participar en sus reuniones y encuentros nacionales). Y si desea recibir un curso directo, infórmese con el representante en su ciudad o escríbanos para solicitar mayor información.
Si quiere aprenderlo ya, puedes bajar un curso gratis desde www.cursodeesperanto.com.br o seguir un curso en línea desde www.lernu.net
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